Parecería que ser mujer en estos tiempos es algo difícil.
Es cierto que tenemos mas derechos, por los cuales debemos dar gracias a otras que lucharon por ellos, pero la realización de los mismos no deja de ser algo difícil.
Se nos exige ser bellas, delgadas, tener cabellos lisos perfectos, senos grandes, piernas largas, y sin un solo pelo que se muestre en parte alguna de nuestros cuerpos.
Nuestra individualidad se ve reducida cuando, para encajar, empezamos a seguir esos patrones de belleza que nos han impuesto. Cuando esos ideales de belleza nos fuerzan a modificar quirurgicamente lo que creemos que no está bien por miedo a no encajar, y en este punto hay que tener cuidado porque los motivos para la cirugía estética pueden ser distintas para cada una, cuando nos hacen odiar nuestros cuerpo y las presiones del día a día nos hacen buscar una figura idealizada de delgadez, llevándola al extremo, privándonos del alimento u odiándonos por comer, una función vital y esencial para mantener la vida.
La ropa hecha para tallas cada vez mas pequeñas, en las que para entrar deberíamos someternos a un régimen de dieta, mientras en la televisión se nos ofrece comida que no es sana, hace que muchas no estén conformes con su figura y se avergüencen de ella.
Vivir nuestra sexualidad se vuelve algo complejo. Desde muy jóvenes nos vemos sometidas al acoso, cuando vamos por la calle y los hombres nos dicen palabras lascivas, nos dan miradas que nos desnudan y nos causan desagrado, y lo peor es que si nos defendemos podemos encontrarnos con respuestas violentas, y las personas a nuestro alrededor parecen ciegas y sordas a esto. Como no se van a sentir con seguridad para agredirnos, si muchos testigos mudos y complacientes de una sociedad en la que todavía existen valores que nos quieren someter.
Es trillado escuchar sobre como una mujer que ha tenido varias parejas sexuales es llamada prostituta, perra, pre-pago, y demás, mientras que un hombre tener a varias mujeres se le celebra como una gran hazaña. Esta tan arraigada esta idea que cuando una mujer es víctima de algún tipo de violencia no es extraño encontrar que se justifique al agresor buscando excusas que llevan a acusar, implícitamente, a la víctima.
La realización profesional no es siempre fácil. Sueldo justos, reconocimientos y la valoración de las habilidades, es todavía algo por lo cual se debe luchar. incluso el acceso a la educación es algo que no tenemos seguro, en muchos lugares las mujeres no tienen las mismas posibilidades de realización que los hombres.
parece que nos quisieran hacer elegir entre la vida profesional y la familia. como si ser mujer trabajadora, y ser madre (para las que deciden serlo) como si se tratara de cosas contrarias y excluyentes entre sí. He podido ser testigo de la manera como muchas han logrado llevar sus vidas sin tener que dejar de lado su trabajo o sus familias.
Podemos hacer muchas cosas, estamos hechas para eso. Somos fuertes, luchamos, nos reponemos ante cualquier adversidad. Somos inteligentes, mujeres grandes hicieron y hacen grades aportes al desarrollo de la humanidad. Nuestra capacidad de amar es enorme, amamos tanto que a veces amamos a quien no lo merece.
Entre nosotras también hay excepciones, tanto para bien como para mal, pero quiero pensar que son más las mujeres que valoran la vida (toda forma de vida). Por eso resulta difícil de entender por qué no nos amamos y aceptamos nosotras mismas con la fuerza con la que amamos a otra persona, no digo que este mal si alguna decide que quiere cuidarse y asistir a un gimnasio, o que quiera hacer alguna dieta o ir a un quirófano, lo malo es lo que nos motiva ¿es por nosotras? ¿es por agradar a otro?¿para que no nos miren raro?. Lo malo es que esto termine generando conductas que vayan contra nuestro bienestar.
Ojala este mundo que nos exige la perfección y la belleza llegue alguna vez a considerar como ideal de belleza la educación, la lectura, la risa, la originalidad. Ojala a cambio nos ofrezca protección, respaldo y animo en el logro de nuestras metas.